El deseo de Leticia es desenvolverse mejor en la cocina.
El apoyo para cuidar de la salud a través de la alimentación saludable es esencial para el bienestar de las personas con inteligencia límite y se ha convertido en una primera necesidad tras la situación de pandemia del covid-19.
Recurrir a comida azucarada e hipercalórica cuando tenemos que enfrentarnos a situaciones difíciles hace que ganemos peso y perdamos salud.
Conscientes de la necesidad de crear hábitos saludables y cuidar nuestra alimentación para estar bien, el programa Cocino que da gusto, realizado con la colaboración de la Fundación Pelayo y el equipo de voluntariado, ofrece ayuda y apoyo a 15 personas con inteligencia límite. El objetivo es que las personas que viven solas o se ocupan de su comida diaria o están preparando su proceso de vida independiente reciban apoyos para mantener una alimentación saludable, cocinen sus menús diarios, se ajusten a un presupuesto acorde a su economía y mantengan esos aprendizajes en el tiempo, mejorando su calidad de vida a largo plazo.
Leticia Sánchez, apoyada por la Fundación Kyrios y Mercedes Fernández, del equipo de voluntariado, comparten su experiencia.
- Leticia, cuéntanos en qué consiste el apoyo que te ofrece la Fundación con el programa Cocino que da gusto a través de Mercedes:
Pues Mercedes me ayuda a hacer menús semanales incluyendo comidas y cenas con los ingredientes que tengo en casa, menús equilibrados y sanos. También aprendo a cocinar. Espero desenvolverme mejor en la cocina.
- Mercedes ¿cómo es tu participación como voluntaria?
Esta experiencia de voluntariado personalizado es completamente nueva para mí, aunque ya había realizado voluntariado de cocina en la fundación y online. Trato de elaborar recetas partiendo de la base de los alimentos que tiene Leticia en su casa y organizar menús fáciles para que vaya asimilando los conceptos. Más adelante el objetivo será que compre menos cosas precocinadas y vaya preparando comidas más naturales.
- ¿Cómo está siendo la experiencia del voluntariado personalizado, qué destacaríais?
Leticia: para mí está siendo muy positiva y destacaría la paciencia que tiene Mercedes conmigo.
Mercedes: es una experiencia positiva porque estoy centrada en las necesidades de Leticia con lo que puedo personalizar mi apoyo y trato de encontrar las dificultades que pueda tener para ayudarla.
- ¿Qué diríais que es lo menos bueno de estas sesiones?
Leticia: para mi nada.
Mercedes: yo echo en falta la parte práctica de la cocina. Estas sesiones se quedan en la parte teórica ya que a través de vídeo conferencia no puedes interactuar igual que en persona. La dificultad es que es todo teórico no práctico y la cocina tiene que ser práctica.
- ¿Qué les diríais a otras personas con inteligencia límite y a otras personas que quisieran hacer voluntariado?
Leticia: yo les animaría a realizar esta experiencia y les recomendaría que empezaran por cosas sencillas.
Mercedes: yo recomendaría el voluntariado porque enriquece mucho y porque se aprende mucho de la experiencia, aprendes habilidades que te permiten marcarte otros objetivos. Me siento a gusto cuando acabo y si puedo aportar algo positivo al terminar pues fantástico.
Agradecemos a Leticia y Mercedes que hayan compartido con nosotros sus vivencias.